¿Por qué vale la pena el recubrimiento de vidrio kisho?
Un buen revestimiento cerámico resalta el toque y el brillo del barniz. Endurece el barniz, lo que facilita la reducción de la suciedad y facilita el lavado. Mejora la seguridad y la comodidad en condiciones climáticas adversas. Aumenta el valor del vehículo al vender.